A los 17 años terminé la preparatoria y me fui a estudiar un curso de inglés como segunda lengua a la universidad de Texas en Austin. Paralelamente, participé en un taller sobre educación Montessori impartido por un alumno de María Montessori. Durante ese curso, me enteré que Cato Hanrath, directora de la Asociación Montessori Internacional en su cede en Amsterdam, llegaba a México ofreciendo un curso de preparación para guías de Casa de los Niños.
Desde que recuerdo mi admiración por los maestros y el estudio me llevaría a ser una lectora incansable y una amante de los métodos y técnicas de estudio. Primero estudié para Maestra de Casa de Niños, de 3 a 6 años y posteriormente para guía de Cuarto de Bebés de 0 a 3 años. Una vez alcanzados estos grados, había que practicar para comprender el desarrollo emocional e intelectual de los infantes.
Para ello, abrí un cuarto de bebés donde atendí a 35 niños de 3 meses a 3 años y acompañé a sus padres a mejorar su relación con sus hijos. Después de 3 años de esta práctica, regresé a la universidad a estudiar la Licenciatura de Psicología para llenar las lagunas de conocimiento que se habían abierto con la experiencia.
Estudié Psicología, y mientras tanto trabajé en el Centro de Desarrollo de la Comunidad con madres de escasos recursos y en la práctica privada con parejas que tenían dificultades de comunicación con su pareja y con sus hijos. Mientras estudiaba psicología, conocí a una la Dra. Kathia Costa recién llegada de la Universidad de París que me aceptó cómo adjunta de su materia de Orientación Vocacional. Así mientras trabajaba con padres en su relación con sus infantes, trabajaba con adolescentes ayudándolos a tomar una decisión ocupacional. Esto me motivó a escribir un libro sobre Orientación Vocacional en 1997, el primero sobre el tema en México. Me llevo a profundizar mi aprendizaje sobre la adolescencia, a dar charlas a maestras, hacer programas de radio difundiendo el tema de orientación vocacional y a guiar padres y adolescentes sobre la difícil decisión de elegir carrera. Paralelamente, entré al Centro Eleia a estudiar la maestría y el doctorado en Clínica Psicoanalítica.
Durante este periodo escribí tres libros más, Orientación Educativa, Introducción a la Psicología para el sistema UNAM y dos tomos del mismo tema para el sistema SEP.
Terminado el doctorado mi necesidad de aprendizaje me llevó a estudiar la especialidad en Psicoanálisis en la Asociación Psicoanalítica Mexicana, para satisfacer mi deseo de ser parte de la IPA (International Psychoanalytical Association) que fundó Freud en 1909.
Durante mi práctica clínica que inició alrededor de 1999 trabajé con padres, con niños, con adolescentes y adultos. Ofrecí charlas en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, y por supuesto, en casi todas las capitales importantes de la República Mexicana con el deseo de llevar a estos lugares la necesidad de ayudar a los jóvenes a elegir, por ser esta una tarea social tan importante. Después de todo, está en manos de los jóvenes el futuro de las comunidades.
En la actualidad, además de ser parte del Centro de Psicoanálisis de San Francisco, de la Asociación Psicológica Americana y de la Asociación Psicoanalítica Americana, me encuentro escribiendo un libro sobre las relaciones de pareja y trabajando en la clínica privada con padres, adolescentes y adultos.
Después de trabajar con madres e hijos durante 40 años, como consejera vocacional durante 30 y como psicoanalista durante más de 20, me mudé a San Francisco para comenzar un nuevo proyecto de terapia de parejas, madres e hijos, familias e individuos que buscan tener mejores relaciones con sus seres queridos.
Tengo interés y experiencia en trabajar con pacientes con dolor y enfermedades crónicas. También con personas que se acercan al final de la vida.